Ilex era el nombre romano de la encina y de la coscoja y el naturalista sueco Linneo se lo asignó al acebo por el parecido de sus hojas; aquifolium quiere decir «hoja con espinas».
Arbolillo que puede alcanzar 10 m. Madera dura y pesada. Corteza gris y lisa. Hojas alternas, simples, perennes, duras, intensamente verdes y brillantes por el haz y algo más claras por el envés, de forma más o menos elíptica, y de contorno muy variable, desde completamente liso a provisto de fuertes dientes muy punzantes.
Las florecitas son pequeñas, nacen en grupos en la base de las hojas, son de color amarillento o algo rosado. Las masculinas con 4 estambres y en su centro un pistilo mal desarrollado y estéril. Las femeninas llevan un pistilo rodeado de cuatro estambres mal desarrollados y también estériles.
Los frutos son esféricos, de menos de 1 cm de diámetro y de color rojo intenso con 3-5 huesecitos en su interior. Maduran en otoño y permanecen en el árbol durante buena parte del invierno. Son altamente tóxicos para el ser humano.
Hay ejemplares macho y ejemplares hembra. Los machos tienen unas flores blanquecinas que suelen pasar desapercibidas, pero las hembras, tras la fecundación, producen unos frutos globosos del tamaño de un guisante, que son verdes al principio y tornan al rojo intenso al madurar.
En la Península abunda más en la mitad N, pero también se encuentra en las montañas de la mitad meridional (Sierra Nevada, serranías de Ronda y Algeciras, Sierra de Segura, Montes de Toledo, Monchique y Sintra en Portugal, etc.) cuando se alcanza el mínimo de humedad y frescor veraniego que requiere. Vive también en la isla de Mallorca, en la Serra de Tramuntana. El acebo aparece ampliamente distribuido por la mitad S de Europa, Asia occidental y las montañas del NO de Africa.
Habita en distintos tipos de bosques y puede formar rodales densos denominados acebedas, pero es más frecuente verlo como acompañante de bosques de hoja caduca (robledales, hayedos, castañares…) o perennifolios húmedos (tejedas, pinares e incluso encinares en situaciones abrigadas y con suficiente humedad y sombra). Es indiferente al tipo de suelo pero se da mejor en los ácidos.
Desde el punto de vista ecológico tiene un gran valor, pues el dosel de hojas mantiene unas condiciones de temperatura y humedad más suaves en su interior, lo que favorece el refugio de numerosos animales en invierno. Sus frutos sirven además como alimento. A pesar de su dureza las hojas son consumidas por herbívoros silvestres y por el ganado doméstico. Es una especie protegida en España y otros países.
La madera es dura, resistente y pesada, de color claro. Se usa mucho en tornería y ebanistería. Teñida de negro se parece a la madera de ébano. Además es muy estimada como leña, para hacer carbón y por los pastores para confeccionar bastones resistentes. También se usa como planta ornamental y como adorno navideño (sus hojas recuerdan a la corona de espinas de Cristo y sus frutos rojos se asemejan a las gotas de sangre). Además, con su corteza se prepara la liga, una goma empleada en la captura de pájaros y cuya práctica está prohibida en España. También sirve como fetiche para la buena suerte o para repeler encantamientos y malos espíritus.