FICHA TÉCNICA
TIPO: Lineal
NIVEL: Bajo
DESNIVEL POSITIVO ACUMULADO: 20 m
INICIO: Carretera M-605, en el aparcamiento del club deportivo Somontes
FINAL: Carretera M-605, en el aparcamiento del club deportivo Somontes
TIEMPO: 3 h
DISTANCIA: 7,41 km
Esta ruta, también denominada «corredor ambiental del río Manzanares», se inicia en el aparcamiento del club deportivo Somontes. Si no se puede dejar el coche ahí, hay otros aparcamientos en esa misma carretera, más hacia el norte.
Es una ruta muy fácil y muy lisa que transcurre en paralelo al río Manzanares, por tramos que alternan ambas orillas. Se trata de una zona rehabilitada y que se encuentra perfectamente marcada. La pista también es utilizada por ciclistas. Tiene una gran importancia desde el punto de vista ecológico. Entre la abundante flora, destaca la presencia de olmos, sauces, chopos, zarzas... En cuanto a la fauna, podemos toparnos con ejemplares de azulón, martín pescador, ánade, cotorra argentina, garza real, grajilla... En invierno se puede apreciar el vuelo migratorio de la gaviota reidora. En los alrededores de esta ruta, dentro de esa inmensa masa forestal que es el monte de El Pardo (el encinar más extenso de la Comunidad de Madrid), se pueden encontrar especies como el águila imperial, la cigüeña negra o el buitre negro.
Rodeando el restaurante Carpio Somontes, accedemos hasta la orilla del río Manzanares.
Es una ruta muy fácil y muy lisa que transcurre en paralelo al río Manzanares, por tramos que alternan ambas orillas. Se trata de una zona rehabilitada y que se encuentra perfectamente marcada. La pista también es utilizada por ciclistas. Tiene una gran importancia desde el punto de vista ecológico. Entre la abundante flora, destaca la presencia de olmos, sauces, chopos, zarzas... En cuanto a la fauna, podemos toparnos con ejemplares de azulón, martín pescador, ánade, cotorra argentina, garza real, grajilla... En invierno se puede apreciar el vuelo migratorio de la gaviota reidora. En los alrededores de esta ruta, dentro de esa inmensa masa forestal que es el monte de El Pardo (el encinar más extenso de la Comunidad de Madrid), se pueden encontrar especies como el águila imperial, la cigüeña negra o el buitre negro.
Rodeando el restaurante Carpio Somontes, accedemos hasta la orilla del río Manzanares.
A partir de aquí, podemos ir remontando el río, junto a su orilla. Hay un sendero estrecho, muy próximo al río, muy bonito pero con algunos tramos inundados (depende de la época del año). Luego hay otras dos pistas paralelas que también avanzan junto al río Manzanares; son más anchas y es por donde circula el grueso de los ciclistas y los paseantes.
Algo más adelante, pasamos por debajo del puente por donde transcurre la vía férrea.
Avanzamos hasta llegar al pueblo de El Pardo, más concretamente hasta el puente de Los Capuchinos. A través de este puente se puede cruzar a la otra orilla. La carretera que sube nos llevaría hasta el convento Cristo de El Pardo.
Nada más pasar el puente giramos hacia la derecha y por el sendero continuamos remontando el río. Ahora caminaremos dejando el Manzanares a nuestra derecha y por nuestro lado izquierdo quedará una valla metálica que limita un terreno de gran superficie que pertenece a Patrimonio Nacional y que es para uso exclusivo del rey (ese terreno sólo se abrió al público en tiempos de la Segunda República y si se busca en Googlemaps apenas hay información). En esta otra orilla la vegetación es ligeramente diferente: abundan los olmos y especies más propias de la dehesa, como la encina y el alcornoque, pudiendo encontrar ejemplares muy grandes y muy viejos. También hay chopos e incluso algún plátano de sombra.
Nos encontraremos con un azud (del árabe: as sad, «barrera»), una presa derivadora que sirve para elevar el nivel del río y derivar parte del caudal. Está diseñado de tal modo que los peces pueden remontar el curso del agua.
Un poco más adelante, nos encontraremos una pasarela que permite cruzar el río de nuevo y que puede ser utilizada en el camino de vuelta (el día en que se hizo esta ruta esa pasarela estaba cerrada por el gran caudal de agua que llevaba el río).
Seguimos por la misma orilla hasta llegar a la presa del embalse de El Pardo. Aquí se puede apreciar la enorme fuerza con que se libera el agua del embalse a través de una tubería.
En esta zona del final de la ruta se pueden ver unos olmos bastante espectaculares.
Desde aquí no se puede pasar a la otra orilla, así que, como la ruta es lineal, hay que retroceder por el mismo camino. Más adelante se puede pasar al otro lado por la pasarela o por el puente de Los Capuchinos.
Esta ruta transcurre muy cerca del monte de El Pardo, por lo que se puede conectar con otras que atraviesan dicho monte. Además, si se hace al atardecer, podremos contemplar hermosos crepúsculos.